Hay tiendas en las que uno no puede negociar y sólo queda pagar el precio señalado. Sin embargo, hay otros lugares en donde uno puede convencer al vendedor para obtener mejores precios y así ahorrar un poco de dinero. Para lograr este objetivo, muchos recurren a algunas tácticas conocidos, pero a continuación se encuentran cuatro estrategias que sí funcionan:
¿Te has dado cuenta que hay frases o anuncios que te hacen sentir la urgencia de comprar algo? Los vendedores saben que las personas tienen miedo a perder una oportunidad; es por eso que utilizan frases para incitarte a gastar. Anunciados como:
Están diseñados para atraer la atención del consumidor. En algunos casos puede ser cierto, pero generalmente son un simple truco publicitario. Si ignoras estos anuncios, podrás ahorrar dinero al negarte pagar algo que supuestamente está en oferta. Además puedes consultar en otros lugares el precio del mismo producto y así comparar. De este modo nadie te engañará y podrás hacer que el vendedor rebaje el precio, pues ellos saben que es difícil de timar a alguien conoce lo que quiere.
La confianza es clave cuando quiere regatear. Si vacilas por un momento, el vendedor aprovechará tu duda para cerrarse y no bajar el costo del producto. Evita decir:
Tus palabras deben mostrar tu convicción. También es importante que cuides tu lenguaje corporal y tus gestos. Si tus palabras dicen una cosa y tu rostro, otra, es probable que falles al regatear y hasta te cobren de más.
Ir a comprar con alguien que sea un poco más observador que tú te ahorrará dinero. Mientras negocias el precio con el vendedor, pídele a la persona que te acompaña que observe sus reacciones. Hay comerciantes que mienten y quieren obtener la mayor ganancia por un producto que saben que no es bueno. La persona que va contigo te ayudará a ver detrás de esas mentiras y también te apoyará al momento de convencer al negociante. Además, está comprobado que entre dos se puede convencer mejor a alguien: uno puede señalar los defectos de un producto y el otro afirmar que podría ser una buena compra si se paga menos.
¿Te has dado cuenta de que cuando muestras interés en algo, los vendedores te muestran muchos productos similares? Esto les funciona todo el tiempo, no sólo porque venden más productos sino porque pueden subir el costo real del objeto. Si te muestras un poco indiferente podrás controlar mejor la situación. Esto no quiere decir que debes aparentar desdén o completo disgusto para con el producto, sino tener una actitud que diga que te da igual si lo compras o no.
Los precios generalmente se negocian equitativamente y puedes utilizar esto a tu favor. Por ejemplo, si el vendedor pide $40 por un objeto y tú sugieres $30, lo más probable es que quede en $35. Por eso ofrece la mitad de precio de venta y a partir de allí sube tu oferta. Así como crees que una compra es buena cuando te bajan más el precio, el vendedor pensará que está haciendo una buena venta si subes tu oferta de poco en poco. Otra forma es tener el dinero en mano y enseñárselo; a veces el efectivo hace que las personas se convenzan con mayor rapidez.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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