Categories: Archivo

Buena noticia

La palabra evangelio proviene de una voz griega que significa “buen mensaje” o “buen anuncio”. Es un frase compuesta de dos ideas: mensaje y bueno; no es un sustantivo; es una frase compuesta de un sustantivo y un adjetivo.

¿A qué viene este mínima disquisición?

La tradición ha convertido la palabra evangelio en un sustantivo. Presentar el evangelio, anunciar el evangelio. Y en un verbo: evangelizar. Si se fijan  bien sugiere la idea que la esencia del contenido está en la palabra: el evangelio es lo que se le hace a la gente.

Entonces se ha diseñado un complejo entramado de conceptos para que la gente responda al evangelio. Es decir, el mensaje se convirtió en el activo, y se alejó de ser lo que venía a decir.

Pensemos por un momento en la buena noticia. ¿Cuál es esa noticia? La noticia es que Dios ama al mundo y no quiere que nadie pierda ese amor. Dios ama a toda la gente. Y los que le aman a El se supone que lo que deben hacer es amar a toda la gente.

La buena noticia es Dios, es su amor a todos los seres humanos. Cuando uno lo piensa así, en realidad el mensajero es Dios, no nosotros. El es la misión, si profundizamos el pensamiento. Nosotros podemos acompañarlo o no. Pero el activo es El, no nosotros ni nuestro mensaje.

Por supuesto que atrae la idea de ser evangelizadores. Otorga un lustre de conquistadores, de salvadores del mundo. A las personalidades fuertes y logradoras esto les encanta. Pero no sé si esto refleja el carácter del Dios al que alude la buena noticia

Tal vez alguien de la audiencia puede pensar que esto es hilar demasiado fino. Al final la cuestión es predicar el evangelio.

Pero al avanzar un poco en la reflexión, vemos que lo que deberíamos hacer es imitar a Dios: amar a la gente, servirla, ayudarla en sus necesidades y angustias. Tal vez nos sirvan aquí las palabras del profeta bíblico:

“… Me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados. (Isaías 61:1-3)

Me parece que éste es el evangelio: decir lo que hace Dios, y hacerlo nosotros.

 

 

Benjamín Parra Arias

Hay otros universos alrededor nuestro. Contenidos, significados, códigos diversos. Sobre todo, vidas intensamente reales. Espejos donde nos vemos tal cual. Imaginaciones, sueños, broncas, esperanzas, crónicas y memorias...

Recent Posts

6 pasos para el autoperdón

La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…

7 meses ago

4 prácticas que te ayudarán a construir tu carácter

Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…

7 meses ago

5 consejos para manejar tu vida como mujer

Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…

7 meses ago

¿Qué significa esperar en Dios?

¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…

8 meses ago

5 consejos para tener el carácter de Jesús

Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…

8 meses ago

Agradando al buen pastor

El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…

8 meses ago