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Dios cumple

Dijo: Jehová Dios de Israel, no hay Dios como tú, ni arriba en los cielos ni abajo en la tierra, que guardas el pacto y la misericordia a tus siervos, los que andan delante de ti con todo su corazón; que has cumplido a tu siervo David mi padre lo que le prometiste; lo dijiste con tu boca, y con tu mano lo has cumplido, como sucede en este día. Ahora, pues, Jehová Dios de Israel, cumple a tu siervo David mi padre lo que le prometiste, diciendo: No te faltará varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, con tal que tus hijos guarden mi camino y anden delante de mí como tú has andado delante de mí.
1 Reyes 8:23-25 (RVR1960).

Estos versículos del primer libro de Reyes muestran las palabras del rey Salomón, cuando el primer templo había sido terminado y consagrado a Dios.

La manera en que este rey se dirige hacia Él, indica el profundo respeto y admiración que tenía hacia su Señor; si revisamos sus palabras, estas revelan que no existe nadie que se asemeje a Dios, nada en la creación puede ser similar a Él.

Además, resalta que guarda el pacto y la misericordia a sus siervos, lo que significa, que quienes anden delante Suyo con todo su corazón, buscando agradarle, verán el cumplimiento de cada promesa que ha dado Dios.

Posteriormente, Salomón hace un pedido al Señor, concédanme la opción de enfocarnos en la segunda parte de dicha petición. Lo importante no es pedir a Dios, sino conducirnos de manera que le agrademos, puesto que la obediencia a Su Palabra nos acerca a Él.

Estos días la incertidumbre y hasta el pánico se han dejado ver, si bien tomar los recaudos necesarios es imprescindible, aún más, es acudir a Dios, confiar en Él y creer en Sus promesas.

El ejemplo de la porción bíblica, nos muestra una promesa cumplida por parte de Dios, por lo que, hoy te animo a no desesperar por las noticias o el aislamiento; ve esta situación como una oportunidad para fortalecer tu relación con Él, escudriña las Escrituras y amplía tu conocimiento de Su naturaleza, ello confortará tu corazón y afirmará tu fe.

Por otro lado, si has perdido contacto con Dios, no es tarde, tienes la oportunidad de buscarlo y recibir paz y esperanza de Su mano, porque te ama; si lo buscas, ten la seguridad de que no serás rechazado.