Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
Salmos 121: 1–2 (RVR1960)
Hay muchas cosas que pueden causarnos zozobra, como los problemas a nivel personal, social o quizás algo que está ocurriendo a nivel mundial. En esas situaciones, nuestra mente puede divagar con pensamientos que nos intranquilizan más, imaginamos lo peor para nosotros o nuestros seres queridos; por ello, cuando esto pasa, debemos recordar quiénes somos y quién es nuestro Dios.
En el Salmo 121 el autor afirma que Jehová es su Salvador, quien lo libra de todo mal y quien lo protege; el salmista muestra una gran confianza en el Señor, ¿Tú podrías afirmar lo mismo o tu confianza no es la misma? No olvidemos que ésta se desarrolla a través de la comunión diaria, si no te relaciones con Dios, difícilmente podrás confiar en Él y sus promesas.
En vez de preocuparte por alguna situación que está fuera de tu control busca de Dios, apóyate en sus promesas, recibe de su fortaleza y también recuerda que todo ayuda a bien a quienes aman al Señor.
¡Confía en Dios!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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