Memorias que significan todo para uno y nada - o casi nada - para los demás y que no tienen…
¿Quién estaría dispuesto a leer las más de 770 mil palabras que contiene la Biblia y afrontar la profunda perturbación…
La muerte se nos presenta con sus ridículos, indignantes y definitivos argumentos y sólo nos toca hacerle frente.
Está bien: no somos del mundo, pero tenemos la responsabilidad bíblica e histórica de ser en el mundo.
¿No deberían los cristianos comunicadores tener un dominio suficiente de la palabra escrita y hablada para decir su mensaje?
Todavía me alborota la sangre el viaje y su inagotable seducción...
En la historia siempre hay lugar para la esperanza de mejorar efectivamente los días de la gente.
El viaje puede ser algo más. Podemos descubrir su lado psicológico, su faceta artística, su dimensión lúdica.