Estos son temas que deberías hablar con tu pareja antes de casarte, y así prevenir conflictos futuros que pueden tratarse desde ahora.
De solteros estamos acostumbrados a gastar nuestro dinero en la manera que se nos place; por lo tanto, creemos que esta situación no cambiará al casarnos. No obstante, en el matrimonio se deben compartir los ingresos para que la familia se mantenga en pie.
Algunos llegan al matrimonio sin hablar del manejo de las finanzas porque creen que es un tema que se puede conversar después; pero es allí cuando comienzan los problemas. Por lo tanto, para no caer en ese error, habla con tu pareja y establezcan cómo se administrarán los ingresos, hacer una lista de posibles gastos mensuales, etc.
De igual manera, ambos deben ser honestos con sus gastos y deudas, para así trabajar juntos en una forma de administración que convenga a ambos.
El matrimonio es la unión de dos personas que fueron criados en ambientes diferentes. Las costumbres y enseñanzas pueden ser opuestas, por lo que deben ponerse de acuerdo no solo sobre la cantidad de hijos que desean tener, sino también sobre cómo los educarán, qué valores les inculcarán, la fe que les impartirán, e incluso la manera en que los disciplinarán.
En caso de que no tengan hijos, conversen sobre las festividades, celebraciones y costumbres que tienen; y así podrán llegar a un acuerdo sobre cómo celebran ocasiones especiales y reuniones familiares.
Conversar sobre las relaciones sexuales no debería ser tabú. Muchas parejas se ven frustradas porque antes de casarse no conversan sobre este tema. Es importante tener en claro que ninguno de los dos es un objeto sexual; pero que deben conversar sobre la sexualidad con franqueza antes del matrimonio.
Si es posible, busquen consejería para tratar este tema, en lugar de dejarlo para la noche de bodas.
Pocas parejas reflexionan sobre la vejez pues parece lejana. Con el paso de los años, las personas cambian tanto físico, como mentalmente. Nadie puede escapar de la menopausia o el climaterio; y es precisamente esta etapa la que produce cambios en las personas, lo cual afecta la dinámica del matrimonio.
Además, cuando llegue la vejez, se debe enfrentar el retiro, los problemas de salud, entre otras situaciones más. Ser precavidos desde los primeros años de matrimonio, darán como resultado una vejez tranquila y sin sorpresas no deseadas. Por esa razón, antes de casarte conversa con tu pareja sobre qué harán cuando se jubilen y cómo ahorrarán o pasarán su vejez.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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