Sabemos que el matrimonio es una bendición, pero por ser dos personas que vienen de dos mundos distintos, puede ser un desafío mantener la armonía. Hay que trabajar duro para hacer que funcione. Hoy te traemos varios consejos que debes practicar para dejar de pelear constantemente con tu pareja.
Con la ayuda de Dios y una esfuerzo conjunto van a superar las diferencias y encontrar paz en su relación. Es imperativo decidir dejar de pelear constantemente con la pareja. Y puede ser difícil; pero no debemos tirar la toalla, pues hay matrimonios que han durado toda una vida.
Deben comenzar por entender que son un equipo y que ambos están en el mismo bando. Muchas de esas peleas cotidianas provienen de las diferencias, porque sienten que la otra persona es el enemigo. Pero el hecho de que piense diferente no lo hace de otro bando. Comprométanse en la mentalidad de equipo.
Es importante hablar con sinceridad y comunicar lo que nos preocupa, lo que nos molesta y lo que nos gustaría cambiar. Deben ser comprensivos y respetuosos al compartir sus pensamientos y sentimientos.
Mis amados hermanos, quiero que entiendan lo siguiente: todos ustedes deben ser rápidos para escuchar, lentos para hablar y lentos para enojarse.
Santiago 1:19 (NTV)
La oración es una herramienta poderosa para fortalecer tu matrimonio. Dediquen tiempo para orar juntos, pidiendo a Dios sabiduría, gentileza y paciencia para resolver conflictos y siempre busquen Su guía en la relación.
De la misma manera, ustedes maridos, tienen que honrar a sus esposas. Cada uno viva con su esposa y trátela con entendimiento. Ella podrá ser más débil, pero participa por igual del regalo de la nueva vida que Dios les ha dado. Trátenla como es debido, para que nada estorbe las oraciones de ustedes.
1 Pedro 3:7 (NTV)
Dediquen tiempo de calidad el uno al otro. Es muy importante planificar citas y momentos especiales para fortalecer su conexión emocional. Tu matrimonio será muy saludable al tener tiempo a solas sin las presiones diarias, tiempo para relajarse y poder conversar sin interrupciones. Es base primordial para dejar de pelear con tu pareja.
Esposas, sujétese cada una a su esposo como corresponde a quienes pertenecen al Señor. Maridos, ame cada uno a su esposa y nunca la trate con aspereza.
Colosenses 3:18-19 (NTV)
El perdón es poderoso. Cuando estamos dispuestos a perdonar, estamos mostrando humildad. Lo contrario sucede cuando nos volvemos orgullosos. Hay casos que son más difíciles de perdonar que otros, pero si se comprometen a que el evento no se repita, con Dios en su relación, el perdón es una buena herramienta para dejar de pelear constantemente con tu pareja. Recuerden no dejar que el sol se ponga estando enojados.
Además, «no pequen al dejar que el enojo los controle». No permitan que el sol se ponga mientras siguen enojados, porque el enojo da lugar al diablo.
Efesios 4:26-27 (NTV)
Tienen que aprender a sustituir críticas que lleguen a ser irrespetuosas. Practiquen en cambio la edificación. Hablar positivamente de tu pareja, esté presente o no, enriquece la relación. Cuando estás resaltando las cualidades, también te las estás recordando y eso actúa en favor de la relación.
No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan.
Efesios 4:29 (NTV)
Es un hecho que las parejas que han pasado por adversidades y tiempos difíciles juntos, se han solidificado. Apoyarse en los momentos inesperados y negativos que se pueden presentar en la vida, fortalece los lazos. Por tanto, sean apoyo mutuo y así dejarás de pelear con tu pareja por cosas que no valen la pena. Escojan sus peleas y háganlo de manera civilizada.
Coloquen a Dios en el centro de su matrimonio. Cuando ambos buscan a Dios individualmente, van a estar mejor equipados para enfrentar los desafíos juntos. Que Dios sea la base que consolide y fortifique a diario su relación para que definitivamente puedan dejar de pelear con su pareja.
Alguien que está solo puede ser atacado y vencido, pero si son dos, se ponen de espalda con espalda y vencen; mejor todavía si son tres, porque una cuerda triple no se corta fácilmente.
Eclesiastés 4:12 (NTV)
Estén dispuestos a aprender y crecer juntos. A diario pueden aprender algo el uno del otro. No se enfrasquen en los cambios. Muchas personas suelen cambiar cuando se casan, porque ya no sienten el desafío de la conquista. Pero hablando y comunicando lo que desean, lo que sienten, lo que les gustaría, pueden aprender y crecer en su relación, haciéndola más sólida.
Hay personas que tienden a ser más explosivas a la hora de molestarse. Si ven que uno de los dos tiene esa tendencia, lleguen al acuerdo de tomarse cinco minutos antes de continuar la pelea o discusión. Esto puede pacificar y darles un respiro que los calme. Es necesario el autocontrol. Salirse de las casillas solo complica las cosas y hacerles decir y hacer cosas que pueden causar heridas profundas más difíciles de perdonar.
Los necios dan rienda suelta a su enojo, pero los sabios calladamente lo controlan.
Proverbios 29:11 (NTV)
Si las peleas persisten y sienten que no pueden resolver los problemas por sí mismos, no duden en buscar ayuda de un consejero matrimonial cristiano o de su mismo pastor. Recuerden que su matrimonio es el reflejo del amor de Cristo por la iglesia y cuando hay compromiso y amor, se puede superar cualquier obstáculo.
Esperamos que confiando en Dios y siguiendo estos consejos, puedan experimentar la paz y la armonía que provienen de un matrimonio fundado en la fe.
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