Los motivos más frecuentes por los que las parejas pelean son universales. Es por esta razón que los investigadores han logrado identificar las más habituales.
El dinero es una de las causales más habituales del divorcio. Y es que las personas que no saben manejar sus finanzas antes de casarse tienden a empeorar después del matrimonio. En realidad, el dinero en sí no es el problema, sino la mala administración. Los casos más comunes que se dan son los siguientes:
Para más información, leer: El dinero puede destruir tu matrimonio
Las relaciones sexuales son importantes en el matrimonio.
≪[Las relaciones sexuales] son emocionales ya que unen las dos almas y permiten a la pareja sentirse conectados. Son físicas y sexuales porque permiten que los cuerpos sean uno≫.
(Para más información, leer: La importancia de las relaciones sexuales en el matrimonio).
Pero cuando uno de los cónyuges se niega a tener relaciones sexuales o fuerza a su pareja, entonces hay un serio problema. Esto no puede tomarse a la ligera porque pueden derivarse otros conflictos graves. Hay casos en los que han habido violencia física, sexual y psicológica, infidelidad, divorcio, etc. Por esta razón es uno de los motivos principales por los que las parejas pelean.
La crianza de las personas afecta su forma de ver la dinámica del hogar. Por ejemplo, si alguien se crió en un ambiente machista, creerá que es la mujer quien debe hacer todas las tareas del hogar.
El ejemplo de los padres es, a menudo, repetido por los hijos cuando se casan. Lo bueno de esto es que si tuvieron una buena crianza, su nueva familia tendrá un buen modelo a seguir. Lo malo es que corren el riesgo de imitar los errores de sus padres.
Por todo esto, las tareas del hogar suelen ser la causa de discusiones y peleas en un matrimonio. Y si no logran un acuerdo, pronto podrían verse en peleas cada vez más grandes.
Se hace bromas sobre los suegros pero, en realidad, las disputas no solo la generan los padres. Los problemas con los tíos, primos, sobrinos y abuelos puede resonar en una pareja. Especialmente si hay intereses de por medio (dinero, bienes, etc.).
Si los esposos no ponen límites claros sobre este tema, tienen una probabilidad bastante alta de pelear. Se debe delimitar la intrusión de las familias de ambas partes y cuál será su rol en cuanto a la pareja. Cuando todos los integrantes tienen en claro su papel, será mucho más sencillo relacionarse entre sí.
Aunque no parezca, el tiempo libre puede ser causa de discordia. Si ambos no se ponen de acuerdo sobre las cosas que desean hacer, los ratos libres pueden pasarse discutiendo en vez de disfrutando. Por eso la comunicación es importante en todo momento.
Por otra parte, todos los problemas anteriormente mencionados tienen que ver con los sentimientos. Una pareja pelea cuando creen que a la otra persona no le importa cómo se siente. Existe una desconexión entre ambos y eso es lo que genera las peleas. Si su vínculo no es fuerte, discutirán hasta por la razón más insignificante.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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