Leí un artículo en el que, quien lo escribió, terminaba admitiendo su tristeza y eso me inspiró a escribir acerca de eso, ya que pienso que a todos nos ataca la nostalgia, las ganas de llorar o simplemente nos sentimos tristes de vez en cuando. A muchos se les hace algo constante en su vida. A veces no sabemos ni por qué nos sentimos así. Pero sé que muchas veces no solo tiene que ver con nuestra vida o lo que nos haya pasado. Para comenzar, el pasado ya se fue. Es mejor vivir en el presente y tratar de hacer de este presente o regalo, lo mejor que podamos para estar bien, para sentirnos bien, sentirnos a gusto.
1- Vivir recordando lo que fue o pudo ser es una pérdida de tiempo y nos baja el ánimo terriblemente. En oposición a esto, la práctica diaria de pensar en y anotar lo que queremos conseguir del día y lo que hemos logrado es mucho mejor y combate ese tipo de pensamientos negativos.
2- Hay veces que si no sabemos exactamente por qué nos sentimos tristes, y no encontramos una razón física o un acontecimiento específico, puede ser que tengamos los minerales en nuestro cuerpo desbalanceados. Cuando el calcio está demasiado elevado tendemos a deprimirnos. La solución es tomar un poco de magnesio. Pruébalo. Lo venden en cápsulas o en laminitas para disolver en el agua.
3- Hay aromas que contribuyen con subir el ánimo. Y esos aromas son los cítricos. Olor a naranja, a limón, nos ayudan. Los venden como aceites esenciales para colocar en difusores y son magníficos. También colocando las pieles o cáscaras de estos frutos en agua a hervir, nos dan el aroma en casa. Cómprenlos y úsenlos a menudo en sus preparaciones de comidas o jugos y verán que les ayuda a subir ese ánimo.
4- Es importante recordar que ser felices es una elección. Uno decide ver la situación de la mejor manera. No es solo ver el vaso medio lleno. Creo que es mejor enfocarnos en llenarlo. Buscar la manera de sacudirnos la tristeza o buscar la manera de animarnos.
5- Por último, la actividad es buenísima para subir el ánimo. Caminar o ejercitarnos un poco, al subir los latidos del corazón, se activan las endorfinas que nos ayudan a sentir mucho mejor. ¡Así que a moverse, es bueno para el cuerpo y para el espíritu!
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…