La licenciada Débora Pedace nos habló acerca de los dos trastornos mentales que más oímos en este último tiempo. ¿Cómo saber si tengo ansiedad o depresión? Es verdad que vivimos en una era especial, en donde las personas están apresuradas por alcanzar lo que ni ellos saben qué. Lo inmediato, la urgencia los hace estar desconectados de lo que verdaderamente importa.
La depresión y la ansiedad son el resultado de muchos factores, entre ellos, el querer abarcar todo y la frustración de no hallarlo.
Vamos a indagar en cada uno de ellos en primer lugar, para luego comprender que muchas veces están relacionados entre sí, y finalizaremos con estrategias para prevenir que estas enfermedades modernas ataquen nuestro sistema inmune y el de nuestros más queridos.
Suele confundirse con tristeza, angustia o malos momentos. Sin embargo, esta enfermedad se caracteriza por sentimientos de tristeza que se prolongan en el tiempo, junto a desinterés por realizar actividades que previamente la persona deseaba realizar. En sí, la vida de la persona, tanto sus pensamientos, entorno y futuro, está pintada de color oscuro. Todo le parece triste y le angustia no poder abrazar la esperanza de que las cosas puedan llegar a mejorar.
Siempre irá acompañada con otros síntomas como dificultades en el sueño, trastornos del apetito, molestias estomacales, dolores de cabeza frecuentes, incapacidad para concentrarse y pensar con claridad, sentimientos de soledad y un cansancio a nivel físico llamativo, que los lleva a no poder salir de su cama.
Si bien tiene ciertos síntomas similares a los de la depresión, no es solamente una sensación de nerviosismo o tensión, sino que se presenta con un miedo aterrador de que algo malo acontezca, el cerebro se prepara para enfrentar lo peor. Por lo cual lleva a la persona a experimentar ciertos síntomas físicos para defenderse de ese posible ataque. Existen síntomas como temores, preocupaciones que son irracionales, sensación de pánico frente al peligro, episodios repentinos de terror, fobias, aislamiento social y tristeza por no encontrar alivio en muchos de estos síntomas.
En muchos pacientes de la licenciada coexisten la depresión y la ansiedad, y es necesario abordarlas de forma conjunta. La ansiedad puede manifestarse como un síntoma de la depresión clínica y hay estadísticas que demuestran que, más del 50 % de los pacientes que cursan una depresión, padecen o padecieron de ansiedad. Por otro lado, si el trastorno primario es la ansiedad y, no está del todo regulada, puede darse la depresión a causa de la ansiedad generalizada.
Como mencionamos, estas dos patologías están estrechamente relacionadas y pueden prevenirse y tratarse con abordajes muy similares. El tratamiento debe incluir psicoterapia, cambios de hábitos y medicinas específicas, en caso que se requiera. Algunas de las maneras más eficaces para prevenir y trabajar en la disminución de los síntomas son:
Para finalizar, en el segmento dejamos en claro que tanto la depresión como la ansiedad deben ser diagnosticados por profesionales de la salud mental. Por lo general, un psicólogo es el primero que evalúa al paciente, y si este lo considera, será derivado a médicos de la salud mental para evaluar la incorporación de fármacos, en caso de ser necesario. Es fundamental que tengamos un diagnóstico oficial por parte de un cuerpo de profesionales que han de orientarnos y darnos el tratamiento adecuado según sea el caso.
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