En los años que he vivido he podido conocer a tantas personas; dentro de mi familia, en mi entorno laboral, entre mis amigos, en eventos realizados en otros países; y he podido ver que así como somos de diversas personalidades, colores y costumbres; todos somos diferentes en el trato con las demás personas.
Hay quienes son muy amables todo el tiempo y están siempre con el corazón dispuesto a ayudar y servir.
Hay quienes sienten que las personas como las anteriores están a disposición para ellos… y los “usan” porque se acostumbran a que les “sirvan”, pero cuando se hace costumbre, se puede convertir en irrespeto. Tengamos mucho cuidado de no caer en esto por favor.
Hay quienes son secos y reservados; no se inmiscuyen en la vida de nadie porque no quieren que nadie se inmiscuya en sus vidas.
Hay los que son muy comunicativos y buscan cualquier excusa para conversar, tocar la puerta de tu casa y pedirte tiempo para “ponerse al día”. O sentarse a tu lado aunque estés ocupado en tu escritorio, ¡para comentar noticias del día! No tiene nada de malo mientras no se excedan, ¿verdad?
Hay quienes tratan mejor a las personas que saben que tienen más poder económico, … tal vez no sea porque esperan nada de vuelta, sino que piensan que “como tienen tanto, hay que hacer un esfuerzo superior para impresionarlos”…? En cambio a las personas que son más humildes, no les hacen tantas atenciones, porque “piensan que se conforman o se impresionan con poco”…?
Lo cierto es que a diario podemos ver diversas personalidades en acción, tratando unos con otros, cada uno a su manera…y decidí escribir acerca de esto, porque la frase que siempre nos repiten, es: “trata a los demás como te gustaría que te trataran”. ¿Lo hacemos?
Jesús nos dijo: “ama a tu prójimo como a ti mismo”. Lo pueden ver en Mateo 19:19, y es lo que debemos tratar de hacer a diario y con todos los seres humanos con los que tropecemos, con quienes nos encontremos en nuestro transitar por esta vida.
Te invito a que te observes al tratar a otros a partir de este día y reflexiones. ¿Te estás amando lo suficiente? Al tratar a los demás estarás demostrando cuánto te amas. ¿Estás complaciendo a Jesús amando a tu prójimo como a ti mismo, como a ti misma?
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…