Sabemos que ir ser parte de una congregación ayuda al crecimiento espiritual, pero estudios afirman que la iglesia es buena para la salud física y mental.
La Biblia resalta la importancia de reunirse con otras personas que comparten la misma fe, pues crea unidad y permite que los asistentes se animen unos y otros.
Pero, además de ese beneficio, estudios científicos han comprobado que ser parte de una congregación tiene sus ventajas en la salud física y mental.
La iglesia te hace vivir más
Un estudio realizado por Harvard T.H. Chan School of Public Health reveló que ir a la iglesia tiene efectos en la esperanza de vida.
Ellos realizaron una investigación durante 16 años a un grupo de mujeres que asistían a la iglesia, y compararon los resultados con otras mujeres que nunca acudían. Allí descubrieron que las mujeres que se congregaban más de una vez por semana tenían el 30 % menos probabilidades de morir.
El autor principal del estudio, el profesor de epidemiología Tyler VanderWeele, afirma que
Parte del beneficio parece ser que asistir a los servicios religiosos aumenta el apoyo social, desalienta el hábito de fumar, disminuye la depresión y ayuda a las personas a desarrollar una visión más optimista o esperanzadora de la vida.
Esta investigación también demostró que las mujeres que concurrían a la iglesia más de una vez por semana tenían el 26% menos riesgo de mortalidad; mientras que las que iban una vez o menos por semana, tenían el 13 %.
Además, las que asistían con regularidad demostraron tener el 27% menor riesgo de mortalidad cardiovascular y el 21% de muerte por cáncer. Asimismo, reveló que las participantes vivieron un promedio de 5 meses más.
¿Por qué la iglesia es buena para la salud mental?
Estudios también demostraron que orar da un mayor satisfacción con la vida y positividad a los 20 años. Pero estos efectos no solo se ven a esa edad; sino que ser parte de una iglesia y tener una comunidad de apoyo hace que las personas sean menos propensas a tener síntomas depresivos, fumar o tener una infección de transmisión sexual.
Por otra parte, Marilyn Baetz, MD, de la Universidad de Saskatchewan en Canadá, afirma:
Cuanto mayor sea la frecuencia de adoración, menores serán las probabilidades de depresión, manía y trastornos de pánico.
Además, ser parte de una congregación hace que las personas tengan un mayor sentido de propósito en la vida, lo cual evita que se vuelvan adictas a alguna droga ilícita. Por este motivo, Baetz sostiene que ≪la espiritualidad es dramáticamente importante≫ para evitar el abuso de alcohol y drogas.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
—Chen, Y., & VanderWeele, T. (2018). Associations of Religious Upbringing With Subsequent Health and Well-Being From Adolescence to Young Adulthood: An Outcome-Wide Analysis. American Journal Of Epidemiology, 187(11), 2355-2364. https://doi.org/10.1093/aje/kwy142 —Harvard T.H. Chan School of Public Health. (2018). Religious upbringing linked to better health and well-being during early adulthood. Harvard T.H. Chan School of Public Health. Recuperado el 18 de agosto de 2020, de https://www.hsph.harvard.edu/news/press-releases/religious-upbringing-adult-health/. —Laino, C. (2005). Going to Church May Improve Mental Health. WebMD. Recuperado el 18 de agosto de 2020, de https://www.webmd.com/mental-health/news/20050526/going-church-may-improve-mental-health.