¿Alguna vez has sido espectador de un conflicto ajeno en el que no querías entrometerte? Puede que hayas visto discusiones en tu familia, amigos, trabajo o centro de estudios; y como no te incumbe, no sabes si debes intervenir o no.
En ocasiones, es mejor quedarse como espectador y no incluirse en el conflicto. Pero hay otros momentos en los que es mejor intervenir y así contribuir a la solución del problema. El dilema es tomar la mejor decisión; y para ello, podemos aplicar los siguientes consejos.
El profesor emérito de psicología en la Universidad de Stanford, Philip Zimbardo, explica que, inconscientemente, cada día tomamos pasos antes de cualquier decisión. Y son los mismos que debemos aplicar cuando hay un conflicto en el que no sabemos si debemos intervenir o no.
A la primera señal de problema, debemos actuar. Zimbardo dice que «cuando no nos damos cuenta, nuestra inacción puede empeorar las cosas». Así que en cuanto notemos que algo anda mal, debemos intervenir para que el problema no escale y empeore.
Esto es aplicable sobre todo en casos en donde los participantes están alterados y demuestran indicios de violencia, tanto física como verbal.
Debemos preguntarnos acerca de las suposiciones que hacemos con respecto a las personas y el problema. Zimbardo sugiere hacer preguntas como:
Hacer preguntas ayuda a comprender la situación desde varios ángulos. Además, evita que digamos o hagamos algo que después tenga consecuencias negativas. Otras interrogantes que son útiles en estos casos son:
El siguiente paso es considerar las opciones. Zimbardo explica que «una de las razones por las que actuamos sin pensar es que no estamos imaginando lo que podría pasar a continuación». Esto significa que podemos evitar las acciones precipitadas cuando evaluamos nuestras opciones e imaginamos las consecuencias.
Una vez que hemos evaluado los posibles resultados, debemos decidir y actuar. Hay casos en los que no debemos quedarnos de brazos cruzados mientras se desarrolla un conflicto, sino que debemos intervenir de inmediato. Por ejemplo, uno de esos momentos es cuando vemos que hay abuso, violencia, humillación y similares. En tales ocasiones no debemos esperar, sino defender a quien lo necesite y buscar la ayuda adecuada.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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