Sabemos que Dios reconforta a todas las familias que tienen a un niño con autismo porque Su Palabra lo dice.
Por muy duro que sean los problemas, la promesa de Dios que dice: «Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien» (Romanos 8:28 RVR1960), es muy cierta. Además, no hay nada más maravilloso que orar y leer la Biblia, nuestro alimento espiritual.
Solo en ese lugar —la presencia de Dios— podemos encontrar refugio y sustento. Después de buscar constantemente de Él, es que podemos decir que Dios nos reconforta, y más si tenemos un hijo con autismo.
Quizá no tengas un hijo con autismo, pero sí algún familiar o conocido, y las situaciones difíciles que atraviesan, afligen tu corazón. Sin embargo, cuando logran superar los obstáculos, puedes sentir cómo Dios te reconforta al ver que el autismo no es el fin del mundo.
Asimismo, Dios no pone una carga que no podamos llevar. Si bien los problemas nos agobian, Dios promete darnos consuelo. Y si ponemos de nuestra parte, Él se encargará de lo imposible.
Sí, es difícil tener un hijo con autismo. Pero es una gran oportunidad para ver a Dios manifestarse en nuestras vidas. Esos seres especiales están cargados de amor de Dios para enseñarnos amar de una forma sin igual.
Dios nos reconforta en medio del autismo a través de la Biblia y también a través de la oración. Aunque Él sabe las palabras que diremos antes de decirlas e incluso conoce nuestros pensamientos, igual quiere que expresemos lo que tenemos en mente y lo que nos preocupa.
No tenemos que estar ansiosos y debemos llevar todo delante de Dios en oración. Mientras oramos, debemos ser agradecidos por lo que ha hecho y lo que ha dado, incluyendo a nuestro hijo o familiar con autismo. Y de alguna manera, la paz que sobrepasa nuestro entendimiento guardará nuestros corazones y ayudará nuestras mentes dudosas.
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Además de la Biblia y la oración, Dios nos reconforta a través de los esfuerzos que vemos en otras familias que tienen niños con autismo. Por lo general, esas familias ofrecen ayuda y expresan simpatía a su alrededor.
También vienen a nuestro lado para llorar con nosotros en nuestro dolor y para decirnos que les importa nuestra situación. Si tienes un hijo con autismo y estás firme en Dios es porque has sido equipado para acudir a alguien más para ayudar, animar, simpatizar y estar presente. Recuerda siempre que ¡tú puedes!
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¿Crees que Dios reconforta a las familias que tienen niños con autismo? Escribe debajo tus ideas y comentarios. Recuerda que la persona más importante para ayudar a tus hijos, eres tú.
Si sospechas que tu hijo está dentro del espectro autista y quieres detectar el autismo consulta urgente con tu pediatra. Envíame tus preguntas a musikhope4kids@gmail.com.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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