Es un reto al que te invitamos: hacer que la amabilidad esté de moda. Comprometámonos con hacerlo como tarea diaria. Al menos cinco veces de nuestro día, tengamos un gesto, una palabra, una acción que denote amabilidad. Es importante y podemos lograr un cambio positivo.
Queremos invitar a este reto, porque nos hemos dado cuenta de que luego de la encerrona de la pandemia, la gente ha salido un poco hostil a la calle. Sentimos que en el tránsito, las personas andan malhumoradas, tocando la corneta o claxon a cada instante y hasta golpeando el volante. Por tanto, pongamos la amabilidad de moda.
Sonríele, dale los buenos días y deséale que tenga un tiempo extraordinario. Es muy posible que no te responda, pero, si lo hace, lograste tu objetivo. Los sacaste del pensamiento o actitud de molestia y es posible que a partir de ese momento hayas cambiado su actitud.
Cede la delantera a alguien. Es un gesto de amabilidad que tal vez incentive a otros a ponerla de moda. Más aún si tienes un carrito lleno de cosas y la persona que tienes detrás solo tiene dos o tres artículos que va a pagar. Es una excelente manera de ser amable.
Cede el paso a quien tenga urgencia, si suenan la corneta o claxon, o si ponen la direccional, permite amablemente que hagan lo que se proponen hacer con una gran sonrisa en tu rostro. Puede ser contagioso sonreír. Si se comportan más agresivamente, solo ora por ellos.
Llévales una porción de algún postre que hayas preparado y te haya quedado delicioso. Tal vez te pidan la receta y se las puedes dar. Así te ayudas tú también y tal vz a tu familia a no comer tanto dulce. Invítalos a merendar contigo. Esa es otra opción. Algo diferente puede ayudar tu conexión con ellos y les puede subir el ánimo si lo tenían bajo.
Ten palabras de amabilidad siempre en tu boca. Les puedes halagar sus zapatos, tal vez la ropa que están usando o decirles que te encanta cómo les quedó su cabello o maquillaje. A los hombres, puede ser notar su nuevo corte o mencionar su contagiosa sonrisa o su buena disposición.
Invita a algunos a compartir un café en un lugar cercano a la iglesia o tal vez a una taza de té y galletitas en tu casa. Puedes idear también un picnic en un parque y sugerir que cada uno lleve algo especial para compartir. Son buenas maneras de contagiar la amabilidad en otros.
Ser amables es un buen remedio para nosotros mismos. Tener gestos de amabilidad con otros, nos ayuda a sentirnos mejor con nosotros mismos. Y podemos contagiar la amabilidad y ponerla de moda. Hagámoslo un hábito.
La amabilidad inesperada es el agente de cambio humano más poderoso, menos costoso y más subestimado.
Bob Kerrey
Parece mentira, pero le puede cambiar el día a cualquiera. Y si hacemos de la amabilidad una moda todos los días, es posible que logremos un impacto en toda una comunidad. Hagamos la prueba, ¡aceptemos el reto de poner la amabilidad de moda!
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…