¿Cómo podemos saber si tenemos una fe verdadera? Es importante examinarnos y pedirle a Dios que nos ayude a ver si estamos andando conforme a Sus mandamientos y si realmente hemos cultivado una relación estrecha con Dios. ¿Creemos verdaderamente en Su gran poder y en su infinito amor por nosotros, aunque no lo merezcamos?
Dios nos exige que tengamos una fe auténtica. Y si leemos la Biblia, como debemos, encontramos muchas historias de personajes que fueron auténticamente bendecidos a consecuencia de su fe. Es posible que estemos claros en lo que debemos creer, que Jesús murió por nuestros pecados, en Su sacrificio, Su obra y Su ministerio por el mundo entero. Con ello, sentimos que tenemos fe. Pero ¿cómo saber si tenemos una fe verdadera?
Es muy sencillo tener fe cuando todo marcha perfectamente. Cuando vienen las pruebas es que podemos palpar cuán fuerte es nuestra fe. Cuando la enfermedad no cede y oramos y no sentimos respuesta inmediata, podemos saber si tenemos una fe verdadera. De no tener una fe verdadera en momento de dificultades, podemos llegar a reclamar a Dios. Algunos incluso se llegan a alejar del Señor.
Si tenemos una fe genuina, verdadera, podremos entender las acciones de Dios o ver las cosas que Él permite como Su obra. Siendo obra de Dios, tendremos presente que, aunque no estemos de acuerdo con los resultados o con la experiencia, respetaremos la decisión de Dios. Eso es fe verdadera. Así sabemos si contamos con ella. Entendiendo la voluntad de Dios y seguir confiados en Él y en lo que haya dispuesto.
Si deseamos saber si tenemos una fe verdadera, tenemos que reconocer la soberanía de Dios en todo y en toda persona. Debemos aceptar las circunstancias que nos sean dadas, aunque no vayan de acuerdo con lo que deseábamos. Solo así veremos crecer en nosotros una fe verdadera, auténtica, no basada en nuestros deseos, sino respetando la voluntad de Dios.
No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
Romanos 12:2 (NTV)
Muchos piensan que si tienen suficiente fe van a poder lograr todo lo que desean. Eso es ver a Dios como una máquina de cumplir deseos. Como un genio al cual le piden algo y si nos hemos comportado correctamente nos lo debe conceder. No es así. Eso no es tener una fe verdadera. Tener una fe verdadera es creer firmemente en todas las promesas de Dios. Una fe verdadera es saber del gran poder de Dios, de Su gran amor por nosotros y entender, que, aunque no nos otorgue lo que pedimos, Su amor, Su poder y Su soberanía no cambian.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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