Prueba de que tenemos esperanza en la humanidad

Debido a todas las cosas terribles que están pasando hoy día, quise publicar una noticia que escuché hoy temprano en la radio como la noticia de inspiración de una emisora cristiana en inglés.

No dieron nombres, pero me impactó de tal manera que se las quiero compartir.

Una mujer de 52 años, casada, (no mencionaron si tenía hijos), supo que un gran amigo estaba a punto de perder la vida porque no conseguían un hígado para hacerle el trasplante, y ella le dijo a la esposa del amigo que iba a consultar con su esposo si podía donar su hígado.

Cuando se hace el procedimiento, se le coloca junto a la persona a la que se le va a donar y le quitan una porción, generalmente la mitad derecha del hígado; luego le quitan completamente el hígado al paciente que lo tiene dañado y se lo reemplazan con esa mitad sana del donante.

Lo increíble, es que cuando ella lo consultó con su esposo, él le dijo que si ella pasaba el examen de salud que hacen para eso, la apoyaba.

Ella se hizo el examen de salud y le dijeron que tenía que perder 40 libras de peso. Ella le pidió tiempo al doctor. Se puso a dieta y estuvo en oración y luego de perder las 40 libras volvió a llamar al doctor. Le hicieron todas las pruebas necesarias, y ella logró que ese amigo viviera diez años más.

Es maravilloso escuchar noticias como esas, porque además ella dijo que ella le donó esa parte de ella y él pudo vivir esos diez años más, pero que eso la hizo sentirse mucho mejor con ella misma y con su relación con Dios. De hecho, el amigo al que ella le donó el hígado era judío y justo antes del procedimiento ella le dijo a su amigo: “tu sabes que este hígado no te lo estoy dando yo, te lo está dando Jesús” a lo que él le respondió: “sí, lo se”.

Hay muchas personas que han perdido la fe en el ser humano. Con Jesús en nuestros corazones, aún podemos ver muestras de Su gracia divina y Sus milagros. No perdamos la fe en la humanidad, hagamos lo posible por llevar a más personas a una relación preciosa con Jesús, nuestro Dios vivo. ¡Es la mejor manera de cambiar el mundo!

Este artículo fue producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.