¿Has sentido que tu mundo se desmorona cuando todo lo que creías estable, de repente, desaparece?
¿Te preguntaste alguna vez si eso que no quieres dejar ir es algo que te mantiene estancado?
Quizá ya sea hora entonces de abrir la mano, y soltar.
Hace unas semanas alguien, muy sabiamente, me dijo “Cuando las cosas están dentro del plan de Dios para tu vida, se dan de manera natural, no tienes que forzar nada” y fue así, como de a poco me empecé a dar cuenta de que tenía que empezar a abrir mi mano…
A veces no importa cuánto nos digan lo errado que puede estar un pensamiento, porque aun cuando en nuestro interior sepamos que tienen razón, queremos aferrarnos a esa idea para que nuestro mundo interno no se desmorone, es lo único que nos mantiene a flote.
Soltar es un acto de valentía, porque aferrados a nuestra ilusión, dolor, fracaso, malas hábitos y nuestra manera de hacer las cosas no existen riesgos, todo está bajo “control”
El desafío diario de depender de Dios es dejar que el marque el camino que debemos seguir, como prometió que lo haría.
“Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar: Sobre ti fijaré mis ojos.” Salmos 32:8
Soltar la ilusión para aferrarse a la promesa
Soltar el dolor para recibir libertad
Soltar el fracaso para entender que su gracia se fortalece en nuestra debilidad
Soltar los malos hábitos para que ese tiempo se convierta en algo que nos haga bien
Soltar el “control remoto” para que sus sueños se cumplan en nosotros.
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…