La Biblia siempre ha sido clara en que la familia está en el centro del plan de Dios. Él estableció a las familias desde el principio y en la Biblia leemos historias de familias muy fuertes que, como todas, pasaron por adversidades y por buenos tiempos.
El concepto de familia se introdujo en Génesis, donde Dios bendijo a Adán y Eva y les mandó a fructificarse y multiplicarse. Un hombre y una mujer formarían una sola carne a través del matrimonio y con sus hijos se convertirían en una familia que es el fundamento de la sociedad humana.
«Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su esposa, y los dos se convierten en uno solo.»
Génesis 2:24 (NTV)
Como cristianos tenemos la familia física en la que nacemos, y cuando «nacemos de nuevo», lo hacemos en nuestra familia espiritual. La familia física es un pilar de suma importancia en nuestra sociedad humana y por eso debe cuidarse, defenderse y protegerse.
Digamos que la familia de la Iglesia está formada por quienes decidimos hacer a Jesús nuestro Señor y Salvador. Es en esa familia espiritual que destacaremos el amor que Jesús nos mandó tener los unos por los otros, y creceremos más espiritualmente. En ella nos brindamos apoyo y nos damos consejos.
En la Biblia, la familia es uno de los temas más recurrentes. Desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, se enfatiza la importancia, roles y valores que se tienen en el núcleo familiar. Se dan lineamientos donde destacan las responsabilidades, el respeto y los valores para fortalecer los vínculos.
Desde Génesis vemos en la Biblia, cómo se describe que Dios creó a Eva para Adán, dando a esa unión un vínculo profundo y permanente como debe ser la familia. El matrimonio fue diseñado para reflejar la relación de amor y compromiso de Cristo con la iglesia y la permanencia de nuestra humanidad con nuestras creencias y costumbres.
«De la misma manera, el marido debe amar a su esposa como ama a su propio cuerpo. Pues un hombre que ama a su esposa en realidad demuestra que se ama a sí mismo.»
Efesios 5:28 (NTV)
La Biblia destaca la responsabilidad de los padres de criar a sus hijos inculcando los valores y principios en la familia que deben perdurar a lo largo de sus vidas. De guiarlos a los caminos de Dios; lo que sería la educación en la fe, con la certeza de lograr para ellos una vida digna, honorable y protegidos por medio del gran poder de Dios.
«Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán.»
Proverbios 22:6 (NTV)
Los padres tienen un rol en la familia y no es solo el de ser proveedores. La Biblia también nos dice que necesitan ser el modelo a seguir, siendo los líderes espirituales, enseñándolos con amor y paciencia, sin desalentarlos o llevarlos al resentimiento.
«Padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desanimen.»
Colosenses 3:21 (NTV)
La Biblia destaca que el amor no solo debe ser romántico, sino también abnegado y sacrificial. Pide a los esposos que se complazcan, se respeten, se amen, consideren y se apoyen en todo. Que busquen la armonía y la unidad en su hogar, y así fortalezcan a la familia.
«Por eso les repito: cada hombre debe amar a su esposa como se ama a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido.»
Efesios 5:33(NTV)
Destaca la Biblia la importancia de ser gentiles y dispuestos al perdón en la relación. No sólo la matrimonial sino la familiar y en todas las relaciones humanas. Debemos aceptar las diferencias que siempre habrá y los cambios que ocurren con el pasar de los años en toda relación; es necesario tener el propósito de amar y perdonar.
«Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.»
Colosenses 3:13 (NTV)
Es la obediencia y el respeto de los hijos para con sus padres, unos de los principios fundamentales que encontramos en la Biblia. Es la manera de asegurar la buena relación familiar y la armonía que los lleva a convertirse en un equipo donde se colaboran y protegen unos a otros. Y viene con la promesa de buena y larga vida.
«Hijos, obedezcan a sus padres porque ustedes pertenecen al Señor, pues esto es lo correcto. “Honra a tu padre y a tu madre”. Ese es el primer mandamiento que contiene una promesa: si honras a tu padre y a tu madre, “te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra”.»
Efesios 6:1-3 (NTV)
La Biblia, por tanto, nos dice que la familia es una institución con roles y responsabilidades claras para cada miembro a través del amor, el respeto, el perdón y la educación en la fe, podrán fortalecerse y reflejar la gracia y el amor de Dios a todos.
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