“Si alguno dice: “Amo a Dios” pero odia a su hermano en Cristo, esa persona es mentirosa pues, si no amamos a quienes podemos ver, ¿Cómo vamos a amar a Dios, a quien no podemos ver?” 1 Juan 4: 20 (NTV).

Muchas veces nos resulta más fácil amar a aquellos que nos corresponden, porque no solo damos sino que somos capaces de recibir amor. Pero ¿Qué sucede cuando hay personas en nuestro entorno a las cuales no podemos tolerar? En ocasiones nuestra reacción es colocarnos un escudo protector, tratando de evitar el contacto para que no nos lastimen. El problema con esto, es que al aislarnos, bloqueamos el amor que pudiéramos dar, para ser un verdadero reflejo del amor de Jesús.

Por Neyda Cruz

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Deja un comentario