La Semana Santa y sobre todo el domingo de resurrección, es una fiesta especial para todos los cristianos porque celebramos la victoria de Jesús sobre la muerte. Pero, ¿por qué no celebrar todos los domingos?
Se cuenta que hace muchos años, un pastor seleccionó para el primer himno de un culto normal «El Señor resucitó, ¡Aleluya! »
La resurrección de Jesús es algo que debemos celebrar siempre, todo el tiempo, es un acontecimiento que cambió el rumbo de la historia y que cambiará el nuestro porque nos asegura la eternidad junto al Padre.
Estábamos condenados a muerte, pero el sacrificios de Jesús y su victoria en la Cruz del calvario, nos dieron acceso a la vida eterna, ¿no es motivo para celebrar siempre?
Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese.
1 Corintios 15:22,23 (NTV)
Si bien la Pascua siempre será un tiempo especial de celebración, que el gozo y el agradecimiento por el sacrificio de Jesús y su victoria sobre la muerte, sean permanentes en nuestras vidas. ¡Aleluya!
Padre amado, gracias, gracias por tan grande sacrificio por mí, gracias por enviar a tu Único Hijo para salvarme y darme la oportunidad de poder pasar la eternidad junto a ti. Te pido perdón si alguna vez no valoro como debería tan grande sacrificio, quiero vivir cada día de mi vida honrando ese regalo inmerecido, en el nombre de Jesús, amén.
¿Cómo celebras la Pascua?
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