Alguna vez te preguntaste ¿cuándo seré feliz? Quizás estés esperando a tener una casa propia, estar casado, tener trabajo o alguna otra cosa, pero medita en que la felicidad no depende de lo que tienes o lo que no, ni de personas o situaciones favorables.
Esperar a tener algo o a alguien es perder el tiempo precioso que Dios nos dio; en cambio, si aprendemos a contentarnos con lo que sí tenemos, lo que venga más adelante será de igual manera una gran bendición que no aumentará a nuestra felicidad ni la disminuirá, simplemente afirmará nuestro agradecimiento a Dios.
Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.
Hebreos 13:5-6 (RVR 1960)
Aguardar el tiempo o la época para ser feliz nos hace dependientes y vamos retrasando aquello que hoy y a diario podemos disfrutar. Tal vez eso nos falta para ser esa luz que Dios nos pide que seamos, para reflejar en los demás su amor y gozo.
Ser feliz depende de tu confianza en Dios, dejemos de esperar a tener algo para tener contentamiento en nuestra vida, empecemos a gozarnos simplemente porque Dios nos ama, y todo lo que tememos hoy en verdad es una bendición.
No pospongas ser feliz para otro día, hoy es un buen día para que te alegres en Dios, para que le agradezcas por todo lo que ha hecho por ti y por lo que seguirá haciendo en tu vida.
Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
Habacuc 3:18 (RVR 1960)
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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