“Me acosté y dormí, pero me desperté a salvo, porque el Señor me cuidaba.” Salmos 3:5 (NTV).
Qué sensación más maravillosa es saberse protegido, cuidado, y mucho más cuando es nuestro Padre Celestial quien nos guarda, tanto de día como de noche. Descansa con la seguridad de que Dios cuida de ti y seguirá haciéndolo cuando despiertes por la mañana.
Por Cesia Serna.
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…