“Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor” Efesios 4:2 (RVR 1960).
Cuántas veces hemos tenido que toparnos con personas difíciles de tratar, y esto aumenta más cuando tenemos que verlas todos los días porque son compañeros de trabajo o de estudios. Es en esas circunstancias es donde la paciencia puede desarrollarse en nosotros. Para poder alcanzar madurez es necesario tener paciencia y para tenerla son necesarias las pruebas. Nuestra petición a Dios no debería ser “quita a estas personas de mi camino”, sino más bien “Dios dame sabiduría y paciencia para salir victorioso de la situación que estoy viviendo”. Te animo a desarrollar este fruto del Espíritu Santo, no huyas de las circunstancias sino enfréntalas con paciencia y sabiduría.
Por Neyda Cruz
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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