Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.
Salmos 31:24 (RVR 1960)
Toda situación adversa requiere de nuestra parte esfuerzo y valentía, sin embargo, esa fortaleza no viene de nosotros mismos, sino de Dios, quien nos da aquello que no tenemos.
Tener esperanza nos permite perseverar, y no necesariamente debemos creer en nuestras propias capacidades o fuerzas, sino nuestra confianza debe estar en Dios, pues es el que fortalece el corazón confiado.
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Hebreos 11:1 (RVR 1960)
Esperar en Dios jamás nos dejará desalentados, porque ya sea que la respuesta a nuestra necesidad tarde, se detenga o sea negativa, tendremos paz y sus promesas se cumplirán.
Dios responderá, de eso tenemos que estar seguros, según su voluntad serán suplidas nuestras necesidades y nuestros anhelos. No debemos dejar de confiar y creer que sus promesas siguen vigentes para los que confían en Él.
En la espera, seamos agradecidos y confiemos que Dios responderá, porque Él no se olvida de sus hijos y no deja desamparado a nadie.
Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!
Salmos 34:8 (NTV)
Haz más de lo que tus fuerzas pueden hacer, busca de la fortaleza de Dios en oración y Palabra, recibirás del aliento de Dios para seguir adelante.
¡Esfuérzate y confía!
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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