Felicidad real y duradera

Siempre tendremos temporadas de pruebas que puede hacer un poco más opaca nuestra vida, sin embargo, la felicidad real y duradera no depende de las circunstancias, el gozo verdadero viene de Dios.

Felices más allá de la edad

El Dr. Samuel D. Gordon, hablando del camino de Cristo como el camino de la felicidad, contó una vez esta experiencia:

Iba andando hacia mi despacho una mañana, cuando encontré a un anciano que iba por el mismo camino cantando en voz baja, de aspecto contento y feliz. Nos saludamos y seguimos andando. Después de haber andado unos pasos, yo me volví hacia él y le dije:

• Usted parece estar muy contento esta mañana, amigo.
• Sí – me contestó- soy feliz. He servido a Cristo durante muchos años, y en Él he encontrado la felicidad que es buena y permanente.
• ¿Quiere decir que si no hubiera vivido una vida cristiana no habría sido feliz?- le pregunté

El hombre levantó la cabeza, enderezó la espalda y dijo:

• Señor, usted puede decir esto dondequiera que vaya: el diablo puede tener algún joven que parece feliz, pero no tiene viejos felices.

El origen de la felicidad real y duradera

La felicidad real no es la que nos dan los momentos pasajeros o las circunstancias, el gozo real proviene de Dios, quien aún en los tiempos difíciles nos da paz y nos permite mirar más allá de las circunstancias, quien ha prometido estar con nosotros todo los días.

Normalmente deseamos aprovechar el momento y disfrutar al máximo nuestra juventud, pero el paso del tiempo nos muestra que hay momentos de felicidad que son solo eso, instantes. Sin embargo, hacer la voluntad de Dios nos llevará a vivir en una felicidad permanente  porque es un gozo que no se basa en cosas pasajeras.

»Yo los he amado a ustedes tanto como el Padre me ha amado a mí. Permanezcan en mi amor. Cuando obedecen mis mandamientos, permanecen en mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo. 

Juan 15:9-11 (NTV)

Oración del día

Padre amado, gracias porque tu paz y tu gozo son mayores a cualquier circunstancia que viva. Gracias porque puedo confiar en que todo me ayuda a bien y que tú siempre tienes cuidado de mi vida. Ayúdame a recordar siempre que el verdadero gozo viene de obedecer tus mandamientos, de servirte y permanecer en ti. En el nombre de Jesús, amén.

Aplicación

¿Qué cosas te producen un gozo duradero?