En la Biblia hemos leído que a Dios le gusta la humildad. Y yo siempre he dicho que cuando de veras y de corazón nos rendimos totalmente a Dios, Él nos responde. Lo he visto. Cuando ya no tenemos nada más de qué agarrarnos, hasta el menos creyente clama a Dios. 

Y no debería ser así, sobre todo con quienes ya decidimos hacernos cristianos. Pero sucede, porque nuestra lucha con el orgullo y la carnalidad suele ser diaria. Queremos hacerlo todo en nuestras fuerzas, porque nos creemos capaces o nos consideramos poderosos cuando procedemos así. 

pero si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y se aparta de su conducta perversa, yo oiré desde el cielo, perdonaré sus pecados y restauraré su tierra.

2 Crónicas 7:14 (NTV)

La verdad es que necesitamos ubicarnos en el tamaño del universo o los universos que Dios creó. No olvidemos que ante Su magnánima Creación somos una mota de polvo. Somos una minúscula partícula de ese todo. Y, sin embargo, jamás olvidemos cuánto nos ama

Cuando entendemos realmente el tamaño de Dios, la inmensidad de Su poder y creemos en Su gran amor, Su perdón, no nos podemos quejar. No debemos quejarnos de nada, porque para comenzar, todo nos lo ha dado Él y debemos estar humildemente agradecidos.

Dios nos da gracia con generosidad

Nuestro Amado detesta la jactancia, el orgullo y el pecado. Pero sonríe y adora que seamos humildes y como niños ante Él. Necesitamos buscar de Dios en todo momento y nunca olvidar la gracia que nos ha dado. 

El precio que Jesús, siendo Dios, pagó en la cruz por nosotros, no lo debemos olvidar jamás. Él entregó Su vida para darnos salvación a todos lo que creamos en Él. Espero que este devocional te deje claro ese mensaje y la razón por la cual estamos llamados a ser humildes. 

Y Él da gracia con generosidad. Como dicen las Escrituras: «Dios se opone a los orgullosos pero da gracia a los humildes».  Así que humíllense delante de Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Dios se acercará a ustedes.

Santiago 4:6-8 (NVT)

Oración del día

Amado Padre de los cielos, mi Rey único, verdadero y vivo Dios. Vengo una vez más pidiendo perdón si me he vuelto orgulloso o vanidoso. Que yo no olvide nunca todo lo que Tú has hecho por mí, Señor de mi vida. Ayúdame a ser humilde como a Ti te agrada.  

Sé que no es cuestión de humillarnos y dejarnos vapulear. Es ser humildes ante Tu inigualable grandeza y esa gracia única e inmerecida que nos das a diario. Gracias mi Dios por todo lo que me has dado. Te amo y te necesito. En el nombre de Jesús oro y digo amén. 

Aplicación

¿Qué cosas han hecho que olvides dar gracias a Dios? ¿Qué has intentado hacer por tus propios medios que luego tienes que poner en manos de Dios porque te salió mal?

Elluz Peraza

Escritora, traductora al servicio del Señor.

Recent Posts

6 pasos para el autoperdón

La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…

7 meses ago

4 prácticas que te ayudarán a construir tu carácter

Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…

7 meses ago

5 consejos para manejar tu vida como mujer

Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…

7 meses ago

¿Qué significa esperar en Dios?

¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…

8 meses ago

5 consejos para tener el carácter de Jesús

Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…

8 meses ago

Agradando al buen pastor

El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…

8 meses ago