“La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi Palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envié.” Isaías 55:10-11 (NTV).
Cuando la sequía está presente en algún lugar, son notorias las consecuencias: disminución en la vegetación, muerte del ganado, deshidratación, enfermedades, etc. Así es la persona que no tiene Palabra de Dios en su corazón, su vida empieza a convertirse en un desierto, disminuyen los deseos de buscar a Dios y entra en el proceso de muerte espiritual. Por ello, cuán importante es meditar y escudriñar sus Escrituras, sabiendo que nos da vida y prosperidad. Te animo a disfrutar de las bendiciones que nos produce la Palabra de Dios.
Por Neyda Cruz
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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