Existe gente que dice no creer en Dios porque no entiende cómo puede ser que sucedan cosas malas sin que Él las evite. Sin embargo, aunque no entendamos los planes del Señor, estos siempre serán mejores que los nuestros.
Un ermitaño que había estado orando por años pidiendo a Dios que le mostrase el porqué de muchos sucesos en su vida y en la de otros, que parecían contradictorios y crueles, tuvo un sueño.
Durante el sueño vio que iba de camino con otro compañero y que habían sido hospedados en la cabaña de un hombre pobre que se mostró solícito con ellos, y al salir, aprovechando la ausencia del hospedador, dijo:
Llegaron a otro lugar donde la persona que les hospedó se mostraba gozosa y eufórica por haber entrado en paz con un antiguo enemigo que le había regalado una preciosa copa de plata y, como en el primer caso, su acompañante disimuladamente, antes de salir ocultó en su mochila la copa de plata que les había mostrado el hospedador antes de proseguir su camino.
En un tercer paraje al que llegaron, encontraron a un padre tiernamente enamorado de su hijo, un niño muy dulce y servicial, a quién le encomendaron la tarea de enseñar el camino a los forasteros hasta las afueras de la ciudad, pero al llegar a un terraplén, el mismo acompañante le dio un empujón hacia el barranco.
El ermitaño se puso furioso y le dijo:
Cuando terminó de decir esas palabras el acompañante se transformó en un ángel, quien en su sueño le dijo:
¿Comprendes ahora por qué suceden en el curso de la vida tantas cosas que a los hombres les parecen contradictorias y malas, a pesar de tener en los cielos un Dios bondadoso que procura el bien de sus criaturas?
Hay un sinfín de cosas que no entendemos porqué suceden. Seguramente todos podrías citar algo que no entendemos y le preguntamos a Dios el motivo. Posiblemente nunca tendremos la respuesta.
Sin embargo, podemos tener la confianza de que los planes de Dios son mejores que los nuestros, aunque no podamos verlo en este momento.
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
Jeremías 29:11 (RVR1960)
Las cosas no suceden por casualidad, todo lo que vivimos, bueno o malo, está enmarcado en los planes de Dios y, como dice Romanos 8:28, todas las cosas ayudan a bien a los que aman a Dios.
Si estás atravesando una prueba, pídele a Dios fortaleza y sabiduría, confía en sus promesas y descansa en Él; recuerda que su planes siempre serán los mejores.
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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