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No estoy llorando…

Todos sabemos que la risa es la mejor de las terapias, pero lo que no se suele decir es que llorar también es bueno y saludable. Sin embargo al llanto, generalmente se le asigna una connotación negativa por parte de la sociedad, a pesar de que es algo tan natural como la risa e igual de necesario.

Desde que son pequeños se les enseña a los hombres que llorar es una muestra de “debilidad”, y más aun cuando asumen un liderazgo, ya sea en el trabajo, en el hogar u otras áreas. Siempre se quiere dar una apariencia de fortaleza frente a los demás, pero no se dan cuenta que la apariencia solo te ahoga por dentro.

Por esto tal vez te sorprenda el consejo que voy a darte en éstos momentos, pero ¡te animo a llorar!

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.” Mateo 5:4

Dios conoce exactamente lo que sientes, por lo cual ya no es necesario fingir, dando la imagen de que nada sucede. Recuerda que son bendecidos los que lloran porque recibirán consuelo, así que ponte de rodillas y habla con Dios porque delante de Él no tienes nada que ocultar.

Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Salmos 34:17-18

La Biblia dice que Dios está cerca de los quebrantados, de los que lloran, de aquellos que tienen dolor, por tanto no dudes más y ¡clama! Solo Él puede librarte de todas tus angustias.

Recuerda que el estrés, la tristeza, el dolor psíquico y físico, la alegría, los nervios, la angustia, la emoción, son sentimientos que podemos traducir en lágrimas. Cuando lo hacemos nos sentimos mucho mejor, pero si ahogamos el llanto sólo logramos aumentar la presión y el desequilibrio interior.

Además no olvides que llorar es una buena terapia para la salud, nos hace liberar adrenalina, una hormona que segregamos en situaciones de estrés, y noradrenalina, que actúa como neurotransmisor y tiene un efecto contrario al de la adrenalina. Cuando lloramos, eliminamos estas hormonas, lo que produce una sensación de desahogo y tranquilidad. Un ejemplo de esto es que, después de llorar, tanto niños como mayores se quedan dormidos.

Dios enjugará las lágrimas de los ojos de ellos, y ya no habrá muerte, ni más llanto, ni lamento ni dolor; porque las primeras cosas habrán dejado de existir. Apocalipsis 21:4

En el cielo es donde ya no habrá más llanto ¡Hoy puedes darte permiso para llorar.

 

El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

Shirley Chambi

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