“Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió y bebió, y se levantó y se fue. Así menospreció Esaú la primogenitura”. Génesis 25:34 (RVR1960)
En el momento en que abrimos nuestro corazón para aceptar a Jesús como nuestro Señor, Él nos ha dado un regalo muy especial, nos hizo sus hijos predilectos aceptos por medios de la sangre de Cristo. Muchos creyentes no saben valorar aquello que el Señor ha puesto en nosotros, ser hijo primogénito era lo que le hacía diferente a Esaú y lo menospreció buscando solo satisfacer sus necesidades de comida y bebida. Tú eres hijo de Dios, no menosprecies el título más preciado que se te ha dado.
Por Miguel Ángel Veizaga
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.
La licenciada Débora Pedace nos habla de 6 pasos para el autoperdón, la importancia de…
Mientras vivimos en una sociedad que valora las apariencias, Dios nos llama a enfocarnos en…
Como mujer se te puede hacer difícil manejar tu vida y hoy te traemos cinco…
¿Qué significa esperar en Dios? Confiar en Él, en Sus promesas y Su tiempo perfecto.…
Como cristianos, uno de nuestros mayores llamados es ser transformados a la imagen de Cristo.…
El Buen Pastor, Jesús, no te dejará y por más lejos que te encuentres, te…