Estaba Jesús en Capernaum haciendo muchos milagros, sanando enfermos y perdonando pecados. En todos los casos, la fe de las personas que recibieron su milagro, fue un aspecto fundamental.
Esto se hace aún más evidente en el diálogo que tiene Jesús con dos ciegos:
“Y llegado a la casa, vinieron a él los ciegos; y Jesús les dijo: ¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí, Señor. Entonces les tocó los ojos, diciendo: Conforme a vuestra fe os sea hecho. Y los ojos de ellos fueron abiertos.” Mateo 9:28-30a (RVR1960).
Si estas personas no hubiesen creído que el Señor tiene el poder para devolverles la vista, sus ojos no hubieran sido abiertos.
Si hoy te encuentras enfermo, clama al Señor con la seguridad de que Él tiene el poder para sanarte. Pide con fe.
Por Cesia Serna
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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