Dios nos ha dado dones, capacidades y mucha inteligencia, para poder enfrentar diferentes situaciones, pero también ha puesto en el ser humano, la necesidad de confiar en Él.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Proverbios 3:5 (RVR 1960)
Muchas veces queremos dar solución a todo lo que se presenta con nuestras propias capacidades; sin embargo, como hijos de Dios debemos tener en cuenta que no se trata de ser independientes sino dependientes de nuestro Padre.
Solemos enredarnos buscando las soluciones, las cuales solamente están en Dios y no en otro lugar. Sea algo pequeño o algo grande lo que enfrentamos, debemos orar para que nuestro Padre nos ayude.
¿Por qué confiar en Dios?
La Palabra dice que Dios es nuestro Padre (Juan 1:12) y como buen Padre, quiere lo mejor para sus hijos (Mateo 7:11). Esa es la confianza que debemos desarrollar, la misma confianza que tiene un hijo con su padre.
Pero, ¿confiarías en alguien que no conoces? Seguramente que no, por esa razón es que el confiar en Dios en todo momento y circunstancia no es sólo tener la voluntad de hacerlo, sino es conocerlo.
Necesitamos pasar tiempo de calidad con Él, para que así podamos ser dependientes de su dirección y guía en todo.
Evitemos la excesiva preocupación poniendo en Dios nuestra confianza, porque si alguno se acerca con sinceridad de corazón sin duda recibirá una respuesta oportuna de parte de nuestro Padre.
¡Confía en tu Padre!
Oración del día
Dios bueno, gracias porque no estoy solo en las decisiones y situaciones que debo enfrentar. Quiero confiar en ti y dejar en tus manos todo lo que me preocupa y todo lo que se presenta en mi vida. Tú eres mi Dios, mi Salvador y quiero tener la paz tuya para seguir conociéndote y aprender de ti.
Gracias por tu amor y paciencia, en el nombre de Jesús, amén.
Aplicación
¿Hay alguna situación en la que tienes que confiar en Dios? cuéntanos qué harás para confiar más y preocuparte menos.