“y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador.” Éxodo 15:26 (RVR1960)
Existen maravillosas historias de sanidad en la Biblia. Jesús sanó a mucha gente de lepra, ceguera, cojera y otras dolencias. ¡Incluso levantó a Lázaro de entre los muertos! Y sin duda, también quiere hacerlo contigo, aun sin importar la enfermedad que aqueja tu cuerpo, Dios está interesado en sanarte; más Él te pide tres acciones: 1) Oír su voz, 2) Hacer lo recto, y 3) obedecer sus mandamientos. Entonces Él derramará de su sanidad sobre ti. No sabemos si la sanidad que buscamos vendrá en forma de un milagro directo por parte de Dios o bien a través de la intervención de profesionales usados por Él, pero cualquiera sea la situación, está en ti creer en Su poder, porque Él te dice: ¡Yo soy tu sanador!
Por Ruth Mamani
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.
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