“Controla tu carácter, porque el enojo es el distintivo de los necios” Eclesiastés 7: 9 (NTV)
La ira es una emoción que lleva a la persona a perder el control, actuando de manera irracional. La Palabra de Dios nos aconseja que: “[…] todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” Santiago 1: 19 (RVR 1960).
Cuando permitimos que la ira nos controle, le estamos dando lugar al enemigo para que haga estragos en nuestras vidas y relaciones. Sin embargo, uno puede ser libre de la ira y sus efectos, permitiendo al Espíritu Santo que tome el control y nos transforme para que se pueda ver en nosotros uno de sus frutos que es el dominio propio.
Por Neyda Cruz
El siguiente crédito, por obligación, es requerido para su uso por otras fuentes: Artículo producido para Radio Cristiana CVCLAVOZ.