Hay versículos bíblicos que hablan sobre el poder de las palabras, de su impacto en los demás y en nosotros mismos; y nos recuerdan que debemos tener cuidado con lo que decimos.
Hablar demasiado conduce al pecado. Sé prudente y mantén la boca cerrada.
Proverbios 10:19 (NTV)
Los que no tienen a Dios destruyen a sus amigos con sus palabras, pero el conocimiento rescatará a los justos.
Proverbios 11:9 (NTV)
Tu bondad te recompensará, pero tu crueldad te destruirá.
Proverbios 11:17 (NTV)
Cada uno recibe el fruto de lo que habla, y el fruto del trabajo de sus manos.
Proverbios 12:14 (NBV)
El que habla sin pensar hiere como un cuchillo; pero el que habla sabiamente sabe sanar la herida. El que dice la verdad vive una larga vida; el que sólo dice mentiras no vive mucho tiempo.
Proverbios 12:18-19 (TLA)
Medirse en las palabras es proteger la vida, pero el que habla demasiado termina destruyéndose.
Proverbios 13:3 (PDT)
La respuesta apacible desvía el enojo, pero las palabras ásperas encienden los ánimos.La lengua de los sabios hace que el conocimiento sea atractivo, pero la boca de un necio escupe tonterías.
Proverbios 15:1-2 (NTV)
Las palabras que brindan consuelo son la mejor medicina; las palabras dichas con mala intención son causa de mucha tristeza.
Proverbios 15:4 (TLA)
Las palabras amables son un panal de miel; endulzan el alma y sanan el cuerpo.
Proverbios 16:24 (RVC)
Lo que uno habla determina la vida y la muerte; que se atengan a las consecuencias los que no miden sus palabras.
Proverbios 18:21 (PDT)
Fíjate en la gente que no piensa lo que dice: ¡más puedes esperar de un tonto que de esa clase de gente!
Proverbios 29:20 (TLA)
Pero yo les digo que en el día del juicio, la gente tendrá que dar explicación por cada una de las palabras inútiles que dijo. Las palabras que dijiste servirán para juzgarte. Ellas te aprobarán o te condenarán
Mateo 12:36-37 (PDT)
Si alguno de ustedes cree ser religioso, pero no refrena su lengua, se engaña a sí mismo y su religión no vale nada.
Santiago 1:26 (RVC)
Las palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida, y hacer que nos quememos en el infierno.
Santiago 3:6 (TLA)
Las palabras que decimos con nuestra lengua son como el fuego. Nuestra lengua tiene mucho poder para hacer el mal. Puede echar a perder toda nuestra vida, y hacer que nos quememos en el infierno.
Santiago 3:6 (TLA)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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