Estos versículos bíblicos hacen referencia a las deudas financieras, y nos ayudan a pensar seriamente antes de hacer un préstamo. Y si ya tenemos una deuda, nos recuerdan que debemos ser diligentes y devolver lo prestado.
Los malvados piden prestado y nunca pagan sus deudas, pero los justos prestan y dan con generosidad.
Salmos 37:21 (TLA)
El pobre es esclavo del rico; el que pide dinero prestado se convierte en servidor del que le presta.
Proverbios 22:7 (PDT)
No te comprometas a pagar deudas que no sean tuyas, porque si no las pagas te quedarás en la calle.
Proverbios 22:26-27 (TLA)
Nadie puede servir a dos amos. Pues odiará a uno y amará al otro; será leal a uno y despreciará al otro. No se puede servir a Dios y estar esclavizado al dinero.
Mateo 6:24 (NTV)
Vivan sin ambicionar el dinero. Más bien, confórmense con lo que ahora tienen, porque Dios ha dicho: «No te desampararé, ni te abandonaré».
Hebreos 13:5 (RVC)
Paguen sus deudas. Si deben impuestos, páguenlos. Respeten al que tengan que respetar y denle honor al que le tengan que dar honor.
Romanos 13:7 (PDT)
No deban nada a nadie, excepto el deber de amarse unos a otros. Si aman a su prójimo, cumplen con las exigencias de la ley de Dios.
Romanos 13:8 (NTV)
El siguiente crédito, por obligación, se requiere para su uso por otras fuentes: Artículo producido para radio cristiana CVCLAVOZ.
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